Mientras el plenario de las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Penales y de Asuntos Constitucionales del Senado comenzaba ayer con las audiencias públicas sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, señaló que el Gobierno “no siente” que haya un conflicto por haber promovido el debate del proyecto. En este sentido, afirmó que si la Cámara Alta lo convierte en ley se respetará esa voluntad del debate republicano y el presidente, Mauricio Macri, no la vetará.
La iniciativa que tiene media sanción en Diputados se votará en el Senado el 8 de agosto. Al igual que en el debate que se desarrolló en la Cámara Baja, habrá oradores que se expresarán tanto a favor como en contra de la despenalización y legalización del aborto, quienes tendrán siete minutos para exponer y, hacia el final, los senadores podrán hacer preguntas a los invitados.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Salud, el radical Mario Fiad, pidió a sus pares que se deleguen nuevamente a los presidentes de las comisiones la potestad para poder confeccionar todas las semanas las listas de expositores de los martes y miércoles. Además, informó que se incorporaba al temario un proyecto del chaqueño Ángel Rozas que propone realizar una consulta popular no vinculante sobre el tema.
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Ayer, la primera oradora de la jornada fue la secretaria general del sindicato de Amas de Casa, María “Pimpi” Colombo, quien ya en su participación en Diputados había dicho no estar ni a favor ni en contra de la ley. En su alocución, aseguró que las mujeres “no debemos ser penalizadas cuando practicamos un aborto”, aunque remarcó que no cree que el aborto “sea un derecho que tenemos las mujeres y menos aún un derecho sobre nuestro cuerpo”.
A su turno, el rabino Fernando Szlajen señaló que “la veintena de definiciones de vida humana son siempre en grado y accidente, pero no en naturaleza y sustancia”. Además, recordó que la Biblia, “base de nuestra civilización” reconoce la vida humana desde la concepción, hoy respaldado por la actual bibliografía embrionaria, biológica y genética. “El aborto a demanda no es un problema sanitario, ni jurídico, ni económico, sino que es un problema humano: es el síntoma más crudo de la ética donde el individuo y sus intereses son el bien supremo”, apuntó.
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El primero de los expositores en manifestarse íntegramente a favor del proyecto aprobado en Diputados fue Leandro Cahn, director ejecutivo de la Fundación Huésped, quien indicó que “nadie defiende más la vida que quienes pugnamos por el aborto legal”.
Mientras, Martín Farrel, abogado y doctor en Ciencias Sociales, enfatizó -ante una consulta de la salteña Cristina Fiore Viñuales- que “no existe” el concepto de objeción de conciencia institucional que algunos senadores pretenden incluir en la media sanción.
Respeto
Por su lado, el jefe de Gabinete sostuvo que la relación institucional con la Iglesia, así como con otros cultos, “es muy buena” y afirmó que desde el Gobierno “hemos sido muy respetuosos” de la posición contra el aborto que han expresado autoridades eclesiásticas.
Al respecto, dijo que el pedido del arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, que Macri vete la ley del aborto en caso de que sea aprobado, señaló que “el Presidente ha sido claro que su convicción sobre la importancia de dar un debate implica respetar el resultado de ese acuerdo y no vetar la ley”. (Parlamentario.com)